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domingo, 20 de noviembre de 2011

La caja de Pandora

La convocatoria de elecciones políticas despierta el letargo de muchos políticos. La propaganda de los partidos políticos se superpone a la publicidad de las empresas económicas. Las calles, repletas de carteles,  y los medios de comunicación, machaconamente, nos muestran las excelencias de sus candidatos, a la par que exigen nuestro voto.

La democracia política permite al pueblo elegir sus representantes para formar gobierno, establecer formas de convivencia, gestionar  el interés general, defender el orden económico moral, desarrollar políticas de integración social que contrarresten la lógica del sistema económico, basado en la dominación y explotación …

Los partidos políticos son conscientes de todo ese potencial y, no en vano, se esfuerzan de incrementar el número de afiliados, tejiendo una red capaz de movilizar a la sociedad. Nada se deja al azar: se fomenta el asociacionismo, se adoctrina, se ejercitan con sofisticadas técnicas de habilidad social, se incita al proselitismo y se resalta el liderazgo. Es así como encuentran los candidatos. Durante la campaña electoral, su actividad es aun más febril. Sus candidatos deben vencer.

Tras semanas de intensa campaña llega la jornada de reflexión. Es escaso el tiempo que la ciudadanía tiene para decidir su voto. Y, más difíficil aún: cada papeleta electoral representa a un partido y su lista es cerrada; no puedes excluir a ninguno. No votas personas sino partidos.

Una vez celebrados los comicios, el tiempo se encarga de abrir la caja de Pandora, mostrándonos la realidad de los cargos electos: su falta de ética, sin cuyos principios la democracia es una lanzadera para el asalto al poder por personas y desemboca en la tiranía; su insolvencia técnica o su desinterés por el bien común nos demuestran sus distintos grados de corrupción.

Puesto que la economía y la política son interdependientes, la democracia política debe fijar los fines y la economía, olvidando su sempiterna dictadura, poner los medios para ello.

Esperemos que en adelante nuestros políticos olviden viejos estilos y desempeñen, con visión de futuro, un poder público democrático gestionando el interés general y defendiendo un orden económico-moral

1 comentario:

  1. Este artículo, de mi autoría, fue publicado por el periódico Factor, de Aguascalientes (México) en marzo de 2009.
    He querido reproducirlo ahora por su actualidad.
    La caja de Pandora se está abriendo en España en estos momentos. Felicito al Partido Popular y les animo a que gestionen bien los intereses de absolutamente todo el pueblo español.

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