Semana Santa y Pascuas en Dülmen

Dülmen, en la renania del norte alemana, depende del obispado de Münster para temas religiosos. Aquí conviven otras creencias -evángelicos, musulmanes y judíos- aunque la religión católica es la predominante. Este tiempo litúrgico no tiene aquí la trascendencia social que goza en España. Apenas se celebran manifestaciones fuera de la iglesia. 

Los días más señalados son el domingo de ramos (Palmsonntag), en el que se bendicen los ramos en la misa y a su término se celebra una procesión. La curiosidad es que, al no haber palmeras ni olivos en estos lugares, se utilizan ramas de árboles autóctonos: avellanos, álamos, coníferas....

  -                                             La siguiente celebración tiene lugar el jueves santo (Gründonnerstag), en que se conmemora la Última Cena. En este día se celebran Oficios en las iglesias, pero en la calle no hay ningún tipo de manifestación.

La noche del viernes santo se celebra una procesión que recorre las calles del centro de la ciudad y en la que la alcaldesa Elisabeth Stremlau porta una cruz en compañía de las autoridades y representantes de la ciudad. Comienza en el Ayuntamiento con un típico fuego de Pascuas y todos portan velas. Es una tradición que se remonta a 1382, cuando una terrible epidemia de peste se cebó en esta ciudad.

Las hogueras de Pascua es una celebración típica de la noche del viernes y la mañana del sábado. Simbolizan la muerte de Jesús y pretenden acabar con las tinieblas que se ciernen en estas horas sobre la tierra. La gente acude a los lugares señalados, donde se han hecho grandes acopios de ramas y maderas portando sus antorchas. Tiene mucha aceptación. Pensad que en este País encender hogueras, fumar en los bosques, emitir monóxido de carbono..,. en definitiva, contaminar está prohibido y duramente castigado.

                     El domingo de resurrección se celebra aquí especialmente. Son las Pascuas (Ostern). Las familias se reunen y es un tiempo especialmente bonito para los niños y para recordar la niñez.

Las liebres y los huevos son las piezas claves de este tiempo pascual; están presentes en todos los hogares, en los escaparates... hasta las tumbas de los cementerios son decoradas con estos motivos; es muy común esconder huevos multicolores, sobretodo de chocolate, en el jardín para que los niños puedan encontrarlos....No os espantéis. todo tiene una explicación.

En antiguas culturas -Egipto, Persia...-, el nacimiento de la primavera tenía una especial significación. Significaba la vuelta a la vida, después del invierno en que la naturaleza parecía detenerse. Los huevos se consideraban como los refugios en los que las nuevas vidas esperaban un tiempo mejor... las liebres representaban la reproducción. Ambos símbolos significaban la abundancia.  Desde entonces comienza la costumbre de decorar los huevos con bellos colores y dibujos que intentan manifestar nuestros sueños de prosperidad y felicidad.

Al surgir el cristianismo fué asumiendo muchas costumbres anteriores, algunas de las cuales fueron dotadas de otra significación. más acorde con esta creencia Progresivamente las costumbres "paganas" se fueron cristianizando al superponer  símbolos cristianos a estas tradiciones. Personalmente veo de gran efectividad algunas de las pautas seguidas por los difusores del cristianismo; la señalada anteriormente, el esfuerzo en aprender la lengua de los paises vsitados a la par que el uso de una lengua común entre los doctrinantes (latín) que les permitía comunicarse con todo el orbe, el enfatizar que cuidarían a los cristianos en esta vida y tras la muerte -temor muy común en todas las civilizaciones- y sobretodo el utilizar técnicas especiales. La acústica fue utilizada por los jesuitas, sus templos son un ejemplo; la oratoria, la fisosofía...La espectacularidad de los ritos, la plasticidad...el hacer coincidir la Semana Santa con la primera luna llena de la primavera... Es de reconocer el interés de su misión.