El verano en esta región alemana, con su clima primaveral, invita a pasear y disfrutar del paisaje y la naturaleza.
Esta vez nuestra excursión nos ha llevado hasta Sythen, una ciudad cercana a la que solemos ir para viitar a nuestros amigos.
Sythen tiene un palacio que aparece por primera vez en documentos del año 758, en tiempos de Pipino el breve. 50 años después Carlomagno lo entregará al primer obispo de Münster, el santo Luidiger. A lo largo de los siglos irá pasando de un caballero a otro la propiedad
Desde 1821 pertenece al conde de Westerholt. En 1971 es vendido a Caritas, que desde hace años tenía alquiladas las tierras. Actualmente es un centro sociocultural gracias a las iniciativas ciudadanas y asociaciones de Sythen y Haltern am See.
El 2 de mayo de 1920 el conde Otto de Westerholt y Gysemberg (1875-1920) fue encontrado muerto en el bosque de su propiedad. Se habla de una venganza de los simpatizantes del ejército rojo del Ruhr, por la postura del palacio de Sythen en las batallas de abril de ese año. En 1925, casualmente, se descubre que los disparos que acabaron con su vida se debieron a un cazador furtivo al que sorprendió con su botín.
Frente al palacio se encuentra un antiguo molino de grano y aceite cuya rueda es propulsada por las aguas del arroyo de Haltern, al que aluden los documentos ya en el año 1331
Ya es hora de visitar a nuestros amigo. Henny y Werner tienen una bonita manera de agasajarnos. En el mástil de su jardín, siempre que nos reunimos ondea la bandera andaluza.