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miércoles, 29 de junio de 2016

La Cartuja de Weddern

En 1476, tras la muerte de su hijo y heredero en el sitio de Neuss en 1475, el caballero Gerhard von Kempel cede su castillo de Weddern a la orden de los Cartujos para fundar el convento de Marienburg con 1 prior y 12 monjes y una serie derechos -rentas de casas de labranza, de pesca en los estanques...- para su mantenimiento. El mismo vivirá allí como monje hasta su muerte en 1478 profesando su mujer e hijas como monjas.Sus hijos extramatrimoniales y algunos familiares intentaron recuperar estos bienes.

Durante las guerras de los  años y de los 30 años  sufrió ataques por las tropas españolas y holandesas.
Tras la secularización en 1825 sólo quedarán algunas construcciones en pie y la iglesía que se convertirá en la parroquia de San Jacobo; en 1872 se construye la torre, sacristía y tumbas de los duques de Croy y se renueva la iglesia en estilo neogotíco.










 Como los veranos en la zona de Westfalia, al norte del Rin, suelen ser similares a la primavera andaluza se pueden hacer bonitas excursiones. Esta vez hemos querido disfrutar de la naturaleza a la par que aprendemos algo de la historia de este bello rincón.
Comenzamos nuestra caminata atravesando la puerta de acceso al castillo. 

Da gusto pasear por doquier; todo está muy cuidado y limpio.

A las afueras hay algunas casas unifamiliares y picaderos donde practicar la equitación, además de una clínica veterinaria.

 En el interior, adosado al muro se encuentra un
restaurante muy aprecidado. Su cuidada cocina, esmerado servicio, amplia terraza y su ubicación hace que sea punto de reunión de muchos excursionistas que practican ciclismo, motorismo, senderismo... 




 Nuestro paseo continuó atravesando un bosquecillo y en paralelo a un arrollo. Nos llamó la atención como saltaban por el suelo algunos insectos; nunca había visto unas ranas tan enanas; su tamaño era como el de la uña de un dedo meñique... lástima no pude fotografiarlas con mi cámara

disfrutando del trino de las aves y del rumor de los riachuelos llegamos al molino

 Una típica construcción de la zona ubicada en un lugar que transmite paz y serenidad

 Hasta el garaje tenía su toque especial.

Hemos pasado una tarde muy agradable además de haber hecho algo de ejercicio en plena naturaleza.

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